¿Qué es la escoliosis?
La escoliosis se produce cuando la columna vertebral presenta una curvatura lateral anormal. Todas las personas tienen una pequeña desviación natural en la columna, sin embargo, cuando esta es demasiado pronunciada, se sufre escoliosis. En algunos casos, la curvatura deforma la columna en forma de S, mientras que en otros lo hace en forma de C.
Causas
Las causas de la desviación de columna normalmente se desconocen y varían en función del tipo de escoliosis que se presente y de las personas que la padezcan. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir esta patología que los hombres. En etapas de desarrollo y crecimiento óseo, como la niñez y la adolescencia, la curvatura se suele agravar.
Síntomas
En la mayoría de las ocasiones la escoliosis no presenta ningún síntoma más allá de la propia curvatura que se da en la columna vertebral. Los principales signos tienen que ver más con las irregularidades y deformidades que presenta la estructura ósea a causa de tener su eje desviado, aunque en ocasiones pueden aparecer síntomas que dificultan la calidad de vida del paciente:
- Diferencia en la altura de hombros y cadera: La escoliosis puede provocar que un hombro o un lado de la cadera esté más alto que otro, dando lugar a deformidades.
- Dolor de espalda.
- Sensación de tener la espalda cargada: Algunas personas que sufren escoliosis pueden experimentar cansancio y pesadez en la columna cuando están mucho rato parados o sentados.
Aunque lo común es que los síntomas de la escoliosis no agraven la calidad de vida de las personas, se pueden dar algunas complicaciones derivadas de esta patología:
- Dolor permanente producido por el desgaste de las vértebras.
- Daño a los nervios raquídeos producido por una curvatura sin corregir.
- Baja autoestima, sobre todo en algunos casos de niños que se ven obligados a llevar un corsé.
- Problemas respiratorios que se dan en casos de escoliosis graves.
Prevención
Prevenir la escoliosis pasa fundamentalmente por acudir habitualmente a las revisiones pediátricas rutinarias.
Tipos
Existen diferentes tipos de escoliosis que están definidas, tanto por el origen de la desviación, como por el tipo de persona que la sufre, por lo que se pueden hacer diferentes clasificaciones atendiendo a distintos factores:
Según el tiempo de duración de la enfermedad
- Estructural: Se produce cuando la columna vertebral tiene una curvatura permanente. La causa más común en estos casos suele ser una enfermedad, un defecto de nacimiento, un golpe o una infección.
- No estructural o funcional: La columna vertebral presenta una estructura normal pero sufre una curvatura temporal que se puede corregir tomando las medidas correctas.
Según la edad del paciente
La escoliosis idiopática es aquella de la que se desconocen sus causas. Se suele dar en los períodos de crecimiento rápido y desarrollo y se clasifica según el momento de su aparición:
- Escoliosis infantil: Es la que se presenta en los niños de tres años o menos.
- Escoliosis juvenil: Se da entre niños de cuatro a 10 años.
- Escoliosis adolescente: Es la que sufren los adolescentes de 11 a 18 años.
Según la causa que origina la enfermedad
En otras ocasiones, se conoce el origen de la curvatura de la columna y se pueden identificar sus causas, dando lugar a dos tipos de escoliosis:
- Escoliosis neuromuscular: La curvatura está causada por una patología del sistema nervioso que afecta a los músculos, como la distrofia muscular, parálisis cerebral o la poliomielitis.
- Escoliosis congénita: En este caso la columna está curvada al nacer, lo que está causado porque las vértebras o costillas del bebé no se han formado correctamente.
Diagnóstico
La evolución y el pronóstico de la escoliosis varía en función de factores como la causa que la origina y el grado de la curvatura. En el caso de los niños, cuanto mayor sea la curva de la columna, más problemas se desarrollarán en la vida adulta. Las personas cuya escoliosis esté causada por alguna enfermedad que afecte al sistema nervioso necesitarán un diagnóstico completo para identificar el grado en que la enfermedad está desviando la columna y verificar si se necesita cirugía. La escoliosis congénita presenta muchas complicaciones y por lo general requiere de una o varias cirugías.
Para identificar si el paciente sufre escoliosis, el especialista realizará varias pruebas físicas que pasan por controlar el grado de curvatura de la columna vertebral. En el examen, el paciente debe agacharse para que se note más su columna, lo que se conoce como la prueba de la reverencia o test de Adams. El médico comprobará la nivelación de los hombros y el grado de inclinación de la pelvis. Además de la prueba física, se realizarán pruebas radiológicas para comprobar la desviación, ya que, en muchas ocasiones, el estado de la columna es peor del que se aprecia a través de un examen físico.
Para el diagnóstico también se puede emplear un escoliómetro, un nivel curvo relleno de un líquido con una bola metálica en su interior. El instrumento se coloca en la espalda del paciente cuando está agachado (test de Adams), de manera que si existe desnivel y asimetría, la bola se desplazará hacia uno de los lados.
Tratamientos
El tratamiento depende de factores como la gravedad de la curvatura, el origen, o la edad del paciente. En el caso de escoliosis idiopática, lo normal es que no sea necesario ningún tipo de tratamiento o intervención, aunque el especialista realizará un seguimiento para comprobar su evolución.
Si la escoliosis se presenta en niños que se encuentran en edad de crecimiento y desarrollo óseo, el especialista puede recomendar el uso de un corsé, que permitirá mantener fija la espalda y evitará que la columna se desvíe más. No se suele recomendar ningún corsé ni aparato ortopédico cuando la escoliosis está causada por una enfermedad del sistema nervioso.
Cuando la escoliosis empeora rápidamente o el grado de curvatura es bastante grave, se puede necesitar acudir a la cirugía. En estos casos, el cirujano introducirá varillas de metal para fijar las vértebras y corregir la curva que produce la escoliosis. Después de una cirugía de este tipo, el paciente necesitará llevar un corsé durante un tiempo para evitar movimientos bruscos y forzados, por lo menos hasta que los huesos sanen.
Otros datos
Incidencia
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) ofrece algunos datos sobre la incidencia de esta afección:
- La prevalencia estimada de escoliosis es de un seis por ciento en varones y de un 10-14 por ciento en mujeres.
- El 80 por ciento de las escoliosis son idiopáticas, siendo la más grave la escoliosis infantil, ya que si es progresiva puede afectar a la función pulmonar.
- La escoliosis adolescente constituye el grupo más numeroso de las idiopáticas, pero sólo una de cada cinco personas necesitan usar un aparato ortopédico.